Teresa Jareño en uno de sus singles grabados en los años 60 y 70 (cedida)

A nuestra paisana le editaron numerosos cassettes, discos singles y LP,s, y fue la figura femenina del espectáculo de variedades de Antonio Molina, Manolo Escobar y El Príncipe Gitano. Con estos artistas recorrió España en la mitad de la década de los años 60. Luego dejaría la canción para desposarse con el gran torero albaceteño Pedro Martínez “Pedrés” (†).
Con el maestro “Ciquelo” en La Voz de Villarrobledo. A la izquierda los presentadores de la emisora Virgilio Espinar y Luis García del Castillo (cedida)
Teresita Jareño, como la conocíamos durante su niñez, tenía una voz prodigiosa. En Villarrobledo, inició su carrera musical en las mañanas dominicales de La Voz de Villarrobledo, cuando la emisora retrasmitía en directo los conciertos de noveles desde los salones de la Sociedad de Socorros Mutuos, en la calle Virrey Morcillo. El maestro “Ciquelo” a la guitarra y Chelo Caro al piano le acompañaban en sus canciones, además de otros músicos.
Fue ganadora del premio infantil que patrocinaba la marca del colchón “FLEX” (“Confecciones El Pensamiento”), y ello le permitió grabar su primer disco. Con 9 años, Teresa marchó a Madrid a casa de unos primos durante dos años, hasta que sus padres y hermanos se trasladaron definitivamente a la capital de España. Y allí se convirtió en una cantante profesional del flamenco, de la copla y de la canción ligera, llegando a actuar en el Festival de Benidorm.
Primer disco que grabó Teresa, con 9 años, tras ganar el concurso en La Voz de Villarrobledo. Fue en los estudios Gramvox, en la Puerta del Sol madrileña (cedida)
El 6 de septiembre de 2021 fallece “Pedrés”, unos días después sus hijos estuvieron en Laguna de Duero (Valladolid) para lidiar una novillada, -son ganaderos de bravo, con tierras y negocios en Ciudad Rodrigo y Alcalá de Henares- me acerqué a saludarlos y darles el pésame por la muerte de su padre. Luego fui madurando la entrevista hasta que hablé con nuestra paisana, quien nos dio el visto bueno y aquí estamos.
Será una serie por capítulos dedicada íntegramente a Teresa. Se irán publicando en el digital: www.villarrobledodiario.com, y a la vez en la web de Historias y Gentes de Villarrobledo con el fin de que, muchos paisanos que se asoman a este entrañable rincón de nuestro pueblo en el mundo, puedan conocer su apasionante y brillante historia.
Su infancia en la casilla
“Los recuerdos de mi infancia son muy confusos. Nací en Villarrobledo en el invierno de 1949, y mis primeros años transcurrieron en el campo, en una casilla entre Villarrobledo y Tomelloso, donde mi padre ejercía de peón caminero, que mucha gente ahora no sabrá lo que es.
Las imágenes vienen y van, son muy vagas, pero recuerdo ser muy feliz con mis padres y hermanos, a pesar de la dureza de esos tiempos. Mis hermanos desde muy jóvenes trabajaban en el campo, me dicen que me llevaban a coger “yeros” para que les fuera cantando.
Cuando volvían del campo, mi madre nos sentaba en el suelo y nos enseñaba a leer y escribir, yo era muy pequeña, pero lo recuerdo. Mi madre, era una mujer adelantada a su tiempo; ¡Era extraordinaria!”.
Lo que más recuerdo era cuando llovía; el olor a tierra mojada, que todavía cuando estoy en el campo y llueve, me lleva a mi infancia.
Teresa en la casilla y con sus padres y hermanos:Pepe, Blas, Gaby y Enrique (cedida)
En Villarrobledo, la radio y los inicios en la emisora local
“Nos trasladamos a Villarrobledo en el año 55. Mi padre había comprado una radio, que era un lujo para la época, donde oía las canciones y me las aprendía. Entonces mi abuelo me llevó a La Voz de Villarrobledo, donde como tú dices, había concierto de noveles.
A la izquierda con el paisano Antonio Martínez en la etapa de Villarrobledo, y a la derecha, ambos, con la televisiva Marisa Medina en Madrid años 70 (cedida)
Más tarde hicieron un concurso patrocinado por colchones Flex, donde yo participé en la categoría infantil y Antonio Martínez en la juvenil, ambos ganamos. Gran persona y amigo D.E.P.
Después de la radio y el concurso de colchón Flex, donde el premio era grabar un disco, fui con mi padre en el 58 a Madrid y grabé cuatro canciones: “Campanero jerezano”, “Con los bracitos en cruz”, “Campanera” y unas alegrías de Cádiz. Recuerdo con gran cariño a mis maestros: maestro “Ciquelo” (guitarrista) y Chalo Caro (pianista)”.
Sobre la emisora La Voz de Villarrobledo
Debemos hacer una introducción sobre la emisora, que era una radio local, funcionaba con los escasos recursos del entonces Movimiento, donde colaboraban numerosas personas como locutores. Recuerdo las voces de Luis García del Castillo, Angel Plaza, Perico Frías, (y la que posteriormente sería su esposa, Paula) Luis Díez, Virgilio Espinar, Regino Castillo, etc.
Eran colaboradores asiduos, Jesús Jiménez Hellín y Antoliano Santos. Fueron directores Antonio Navarro y Pepe Núñez-Cortés. Promovían actos y obras sociales durante las Navidades y Reyes, sobre todo para proveer de alimentos y juguetes a los niños más necesitados. Hablamos de los años 50 y 60.
Teresa cantando en la Sociedad y en el Gran Teatro con la orquesta “Tropical”. La persona que sujeta el micrófono es Montero (padre de Caribel). En la orquesta, músicos muy conocidos que tocaban en la banda municipal como Simarro, Satur, Calero, José Antonio Ortega, Marchante, etc.) Años 1957-1958 (cedida)
Don Santos Arenas, que era el sacerdote titular de Santa Clara, también intervenía en campañas navideñas a través de la emisora. En estas obras sociales y lúdicas de la emisora se incluían los citados domingos musicales desde la Sociedad de Socorros Mutuos o desde el Gran Teatro.
Tenían mucho tirón y acudía mucha gente. Luis García del Castillo y Virgilio Espinar eran los encargados de estos concursos musicales donde, entre otros, cantaban nuestra protagonista, Antonio Martínez y Caribel Montero.
Hecho este recuerdo, donde todos nos rejuvenecemos un poco, volvemos a nuestra protagonista quien nos relata sobre su infancia y etapa escolar. Aunque Teresa, realmente, apenas recordaba estas entrañables vivencias, según me comentaba en las múltiples conversaciones que mantuvimos para ir encajando los textos..
Yo también tuve que hacer esfuerzos de memoria para ir ajustando los tiempos y las personas. A Teresa le iba mencionando a algunos de los personajes que intervinieron en sus inicios musicales en Villarrobledo y de esta forma logramos entre ambos recordarlos. “Gracias, Santos, -me decía Teresa- has logrado que mi memoria funcione”…
La etapa escolar en Villarrobledo
“Sobre mi etapa escolar tengo pocos recuerdos, mi madre nos enseñaba a leer y escribir y había poco tiempo para ir al colegio. Aunque si recuerdo muchos momentos de diversión y alegría con mis amigas, Aurelia, Pilar, Mari…. que luego eché mucho de menos cuando me fui a Madrid”.
Teresa en dos actuaciones en Villarrobledo, una con Chelo Caro al piano. En la otra con acordeón. En el centro su amiga y vecina Aurelia Lozano (cedida)
Las casillas de los peones camineros
Antes de relatar su primera llegada a Madrid, que narraremos en el segundo capítulo, hemos de hacer un paréntesis sobre sus primeros años de vida en la casilla, donde su padre, peón caminero, como Teresa relataba al inicio, se ganaba la vida y mantenía a su prole de cuatro hijos y otro que vendría al mundo después.
Imagen de una casilla de peón caminero de los años 50. Estaban a pie de carretera cada 5 kilómetros aproximadamente
Las casillas y los peones camineros
Para los que no conocieron aquellos tiempos, las casillas de los peones camineros se establecieron en España en 1759 con la misión de velar por el adecuado mantenimiento y conservación de las carreteras en todo el territorio nacional. Estaban dedicados a su trozo de carretera, que tenía una longitud de una legua (5,5 kms.) y debían recorrer íntegro a pie al menos cada dos días, efectuando en él las reparaciones que fuesen necesarias, estando para tal fin convenientemente dotados de utensilios y herramientas manuales muy rudimentarias. (Fuente: Historias de carreteras).
Teresa en la casilla junto a sus tres hermanos: Pepe, Blas y Gabi. Enrique llegaría al mundo años después. (cedida)