Teresa Jareño y Pedrés en una tarde de toros (cedida)

Capitulo anterior: https://villarrobledodiario.com/teresa-jareno-la-gran-artista-de-villarrobledo-v-por-santos-garcia-catalan/

Santos García Catalán

 

Teresa nos contaba en al capítulo anterior lo duro que supuso para ella el traslado a la finca de Ciudad Rodrigo, en La Raya de Portugal, y dejar Madrid. Y en este nos narra sus vivencias en Miróbriga:

Su estancia en Ciudad Rodrigo y el primer embarazo

“Allí, en Ciudad Rodrigo, me di cuenta de lo que querían a Pedro, tanto ganaderos como todas las personas que luego fueron amigos míos. Veníamos a Madrid muy a menudo pues aquí estaban nuestros amigos y familia. Poco a poco me fui adaptando perfectamente pues allí era muy feliz. Al poco tiempo me quedé embarazada de mi hija Teresa, lo que nos hizo una ilusión tremenda”.

                

Pedrés en un tentadero con José Tomás y Santiago López (cedida)

Prosigue Teresa: “Pedro con su campo y sus negocios y luego de tentadero en tentadero con José Matías Bernardo (El Raboso), Atanasio Fernández, Juan Marí Pérez Tabernero, Andrés Ramos, que luego fue padrino de mi hijo Pedro. En fin, todos los ganaderos de Salamanca. En Madrid nació Teresa, era una niña preciosa, muy larga, y su padre al verla dijo: ¡esta puede valer!, era una frase clásica en él, hoy dirían que machista”.

Pedrés en uno de los numerosos festivales en los que participó (cedida)

El campo y los festivales (generosos) de Pedrés

“Nos volvimos después al campo, y yo ya estaba más entretenida. Pedro, siempre que lo llamaban para algún festival, siempre estaba dispuesto, a beneficio de lo que fuera, de hecho, en Albacete fueron bastantes festivales y también donaba novillos para hacer el festival para las monjitas y hacía muchas cosas que nadie sabía, ni siquiera yo. Le llamaron para un festival en Ecuador y él encantado pues había estado muchas veces allí y tenía muchos amigos, entre ellos el que fue presidente, Plaza y toda su familia”.

En Quito y el guitarrista de Madrid

Cuando llegamos a Quito yo no me esperaba el recibimiento que tuvo Pedro ¡era tanto el cariño y el respeto que le tenían! Se portaron de maravilla con nosotros, no nos dejaron el tiempo que estuvimos allí, y cuando me escucharon cantar se empeñaron que tenía que cantar en televisión y allí me tienes ¡cantando en la televisión de Quito! Sabían que había un cuadro flamenco en una sala y allí que fueron a buscar a un guitarrista para poderme acompañar y resultó que era Ramón, un guitarrista que yo conocía de Madrid y que no había vuelto a ver desde que dejé de cantar. La alegría fue enorme y la sorpresa que se llevó él al verme allí fue mayúscula”

1972: nace Pedro, su segundo hijo y muere su padre

Los relatos de Teresa se convierten en instantes en alegrías y de súbito en tristezas. Fruto de los recuerdos que van aflorando a su mente cuando se puso a escribir y la memoria le iba dictando.

“Volvimos a Salamanca y allí nació mi hijo Pedro. Su padre ya estaba contento, pues tenía a un varón. Poco a poco fue pasando el tiempo, viviendo felices, viajando mucho… Más tarde, en 1978, vino Rocío, la pequeña, bueno, no tan pequeña ahora, pero para mí siempre serán pequeños”.

“En 1972 murió mi padre con 59 años y le llevamos a Villarrobledo, donde también están mi madre (que murió en el 2009) y mis abuelos, quienes por cierto murieron todos con más de 90 años. He ido demasiadas veces para cosas tristes (voy todos los Santos a ver a mi prima Dolores y su familia), y me gustaría poder ir algún día a pasar unos días allí de otra forma”, nos dice Teresa con tristeza.

Teresa y Pedrés en varias etapas de cenas, fiestas y de espectadores de toros (cedida)

Vuelta a Madrid por los estudios de los hijos

“Nos vinimos a Madrid y aquí empezamos una nueva vida. Teresa con la carrera de Farmacia. Pedro de Empresariales, y ayudando a su padre a llevar los negocios, y Rocío Marketing. Volvíamos al campo muy a menudo; en verano, Semana Santa, Navidades… en fin la vida pasando poco a poco y haciéndonos mayores. Mis hijos se casaron. Gracias Jesús, gracias José, gracias Yorlys, por esa familia tan maravillosa que habéis formado”.

Teresa con su hijo Pedro y Pedrés con sus hijas María teresa y Rocío (cedida)

Los nietos/as, una con la vena artística de su abuela

Teresa nos habla de sus nietos con el orgullo y la pasión de una abuela feliz; uno, el mayor con 25 años y otro que viene de camino, y en medio los hay de todas las edades, niños y niñas.

Teresa lo detalla: “Jesús 25, María 22, Pedro 16, (de mi hija Teresa), Silvia 18, Natalia 15, Andrés15, Teresa 12 (de mi hija Rocío).Y Candela, de mi hijo Pedro que está a punto de llegar. Mis hijos y nietos: Teresa con Jesús estudiando en Estados Unidos, María terminando veterinaria y el pequeño Pedro con sus estudios y con una pasión tremenda por el cine antiguo, se ve toda clase de películas, se conoce a todos los directores… en fin, no sé qué camino tomará”.

En esta imagen familiar falta el nieto mayor. Venían de Bayona, donde se había lidiado con éxito una corrida de toros e hicieron parada en San Sebastián unos días (cedida)

“Pedro con sus hijas mayores Silvia y Natalia todavía estudiando. Son muy inteligentes y sacan muy buenas notas y ahora esperando un bebé, mi Candela, lo cual me llena de alegría. Rocío con Andrés, que le gusta mucho el fútbol y es muy buen estudiante y muy cariñoso y Teresa, la pequeña, que con 12 años parece que tiene un poco la vena artística, aunque otro género distinto al mío, es más roquera. Solo tiene 12 años y le gusta mucho cantar. Yo los adoro a todos Y les deseo lo mejor. Gracias por ser como sois, os quiero mucho”

La tarde del triunfo en Bayona como ganaderos

Fue en 2015 cuando la familia al completo, salvo el nieto mayor, viajó a Bayona para presenciar la lidia de su corrida en un festejo donde, a uno de los toros lidiados se le dio la vuelta al ruedo y a Pedrés le brindó el galo Juan Leal.

Iremos introduciendo en distintos capítulos algunos pormenores sobre Pedrés ganadero cuyo hierro se denomina Ganadería de Hermanos Martínez Pedrés y pertenece a la Unión (UCTL). Esa tarde en Bayona, uno de los centros taurinos más veteranos e importantes de Francia, se lidió una gran corrida de toros.

“Vidillo”, toro de vuelta al ruedo

El Mundo titulaba: “Triunfo de Del Álamo con un Pedrés de vuelta al ruedo en Bayona”. “Vidillo”, que así se llamaba el gran astado. El Mundo en su crónica: “Animal bravo y repetidor y toreo fajado, asentado y de gran exposición de Juan del Álamo. Faena de mucha intensidad y gran conexión con el tendido, coronada además de una soberbia estocada. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo y el torero recompensado con dos merecidas orejas”.

Titular de ese día de Bayona, el toro “Vidito” y el brindis de Juan Leal a Pedrés.

Pedro y Teresa viajaron y acudieron a muchas fiestas

Teresa se fue acomodando a la sociedad en la que vivía Pedro, que gozaba de la amistad de mucha gente. Siempre iba con él a todas partes; ya fuera a festivales taurinos o a cualquier evento social o lúdico como fue el caso de una fiesta en las bodegas cordobesas de su amigo Baldomero Romero (quien fuera propietario de la mayonesa “Musa”, entre otros productos).

Y Teresa volvió a cantar

Allí coincidieron con Manuel Benítez “El Cordobés”. Con él, Pedrés fue cabeza de cartel varias temporadas y alternaron muchas tardes. Fue una fiesta por todo lo alto. Los amigos e invitados a la celebración, conocedores de las virtudes de nuestra paisana, la animaron para que saliera y les ofreciera sus cantes.

              

Teresa en plena actuación improvisada. A la derecha, Pedrés y Teresa junto a Martina, la esposa del diestro cordobés y otra invitada (cedida)

Se adjunta enlace para que sigáis escuchando a Teresa. En este hay unos fandangos entrañables: https://www.youtube.com/watch?v=Qzw7azVe8ak

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